martes, 22 de febrero de 2011

El ahora de Num9


Siempre he hecho música porque me gusta hacerla. Vale que lo que acabo de escribir no es una frase fantástica, pero es que es así. Y expresa algo que va mucho más alla de casi todo lo que rodea al músico. Porque, en general, lo único que cuenta es el momento en sí de escribir letras, de componer música, de tocarla en directo.

Lo que más cuesta es justo lo accesorio. Lo que rodea al hecho musical. Me refiero a la industria y al día a día de llevar y organizar un grupo. Al trato con promotores, managers, discográficas e incluso otros músicos. Muchas veces, todo ese mundo puede entorpecer, enturbiar y parar la actividad creativa.

Por no hablar de la vida cotidiana. Todo lo que le ocurre a un músico que no vive de la música. Que tiene que trabajar para seguir adelante. Mas los acontecimientos personales, ya sean de salud, amistad, amor, etc. que pueden condicionar, de nuevo, la actividad creativa.

Y no me estoy quejando, sino que reflejo una situación que seguramente muchos otros músicos compartan. Por eso a veces, tanto los que están a favor de la Ley Sinde o como los que están en contra acaban, finalmente, dándote exactamente igual. Llega a tal punto la estúpida discusión que se vuelve a desviar la cuestión importante, el hecho creativo.

En fin, todo esto viene a cuento del "ahora de Num9". Tras un año y pico sin tocar en directo, tengo la inmensa suerte de volver a hacerlo en los próximos meses. Primero en Madrid el 26 de marzo y luego en Barcelona el 16 de abril. Pero de ambos conciertos ya os hablaré en próximas entradas.

A lo que voy. Llevo meses enfrascado en un cambio en la forma de componer las canciones. Sería algo técnico de explicar, pero digamos que he cambiado en el uso de ciertos programas informáticos para darle más dinamismo, no sólo a la hora de tocar en directo, sino al mismo hecho de componer. Además, he adoptado una perspectiva distinta a la hora de escribir las canciones. De ambos pasos me siento muy contento. Mucho.

Como suelo decir, Num9 es mi proyecto en solitario, pero Num9 es un grupo. Ahora mismo, el grupo sigue manteniendo la flexibilidad acostumbrada, pero digamos que he involucrado a Nausica P. Eyheramonno para que toque violines, y a Mar Rojo y Ana Fernández para que canten. Las tres forman parte del grupo Solletico, a los que produje un EP el año pasado, tal y como os conté en la entrada anterior. Y continua David Unison a la batería. Sin olvidarnos de que sigo usando de los arreglos de cuerda, maravillosos, de mi hermana Paula Yturriaga.

Todo este tiempo que he estado sin tocar, lo he aprovechado para ir componiendo nuevas canciones. En los conciertos de Barcelona y Madrid presentaré, al menos, seis temas nuevos. Y, además, he hecho arreglos totalmente distintos para muchas de las canciones antiguas. Tengo verdaderas ganas de tocarlo todo en directo. Estoy entre emocionado y nervioso por ello. Casi de subidón. :)

En el escenario, aparte del grupo, estaré con mi portátil, con un nuevo controlador y secuenciador midi maravilloso, con el Korg MS2000 como sintetizador y con varios pedales de samplers y efectos, aparte de una nueva mesa de mezclas para interactuar con ella.

Incluso he recuperado la guitarra para tocarla en directo, algo que no hacía desde el final de migala.

Ah, y tengo alguna que otra sorpresa, pero eso da, también, para otra entrada. Esto sólo se trataba de contar un poco como es "el ahora de Num9". En breve, como he prometido, más noticias.

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