martes, 4 de agosto de 2009

Dawn Landes

Conocí a Dawn Landes hace unos 4 años. Ocurrió cuando yo trabajaba en el departamento de prensa y marketing de la distribuidora Dock. Chris, el dueño de la discográfica francesa Ocean Music, nos mandó unos cuantos discos de cantantes americanas que había fichado. Él estaba empeñado en promocionar y vender a una de ellas, pero en cuanto escuchamos los discos en la oficina, me di cuenta que la que tenía talento de verdad era otra, era Dawn. Su primer disco (Dawn's music) era una pasada. Lo tenía todo para llegarte directo al subconsciente: originalidad, sutilidad, una colección de excelentes canciones y una voz maravillosa. Para colmo era guapa, muy guapa. Y en el vídeo del single de adelanto irradiaba felicidad.


Ocean Music, un sello altamente recomendable y muy poco conocido, puso todo para darle nombre en Europa. Decidió traerla de promoción y organizamos una serie de entrevistas en Barcelona y un concierto en la FNAC de Triangle. Era joven y vino acompañada de su padre. En seguida conectamos. Era encantadora y muy educada. Una de esas personas atentas y dulces.

Los periodistas, por supuesto, también quedaron prendados. En las entrevistas se les veía totalmente magnetizados por ella. Verla tocar en la FNAC fue bonito e impactante. Tenías la impresión de estar totalmente a merced de su voz y de sus canciones.


Poco después Acuarela decidió traerla de gira. Vino a Madrid con un grupo que no estaba mal pero que no llegaba a dar lustre a sus canciones. Como siempre pasa con éstas cosas, vino muy poca gente a la Sala Siroco. Pero fue estupenda verla otra vez y cenar con ella. Estaba envuelta en la creación de su segundo disco que publicó meses mas tarde Fargo y Cooking Vinyl.

La siguiente ocasión en la que nos vimos fue en el maravilloso South By Southwest. Fue un encuentro casual en las calles de Austin, atestadas de asistentes al festival. Nos reímos bastante y pude verla en directo en una fabulosa capilla y con un sonido excelente. Ya estaba con su formación actual y que sí que defiende a la perfección sus canciones.


Desde entonces nos hemos mantenido en contacto regularmente a través del correo electrónico. Durante el FIB 2008 la escribí un mensaje contándole que tenía muchas ganas de ver el concierto de Leonard Cohen en el festival. Al minuto recibí una llamada suya, resulta que acababa de tocar en el Festival Waiting for Waits de Mallorca y se había quedado unos días disfrutando de las playas de la isla. Y claro, también quería venir a verle. Pero tras unas horas de búsqueda infructuosa fue imposible encontrar forma de que ella llegase a tiempo a ver el concierto. Una pena.


Y meses mas tarde, para enero de 2009, ocurrió el acontecimiento que da razón a todo este post. En medio de la grabación de mi nuevo disco, me empecé a dar cuenta que el tema "El baile" no tenía la fuerza que conseguíamos en directo. En los conciertos sonaba genial pero le faltaba algo en lo que habíamos grabado. Y entonces pensé en Dawn y le mandé un mensaje. Le propuse cantar la canción a duo conmigo. Ella me contestó que estaba muy liada inmersa en la grabación de su tercer disco, pero que le mandase lo que teníamos grabado para probar. Al día siguiente me escribió emocionada diciendo que le encantaba la canción. A la semana ya me había mandado la voz grabada. Una absoluta maravilla. Le daba al tema justo lo que necesitaba. Jordi y David, mis compañeros de grupo, estaban también encantados. Y yo estoy, por supuesto, orgulloso de como ha quedado.


Dawn ya me ha mandado su nuevo disco, que es una pasada y que sale éste otoño y ella estará de gira por nuestro país a finales de septiembre junto a Elvis Perkins. No dudéis en escuchar su música si no la conocéis y en ir a sus conciertos.


Y, ojalá, puede que algún día no muy lejano podamos interpretar juntos "El baile" en directo. Sería muy bonito.


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