martes, 11 de agosto de 2009

Jordi Sancho es el bajista de Num9

Jordi Sancho es el bajista de Num9. Es mi amigo, ahora mi compañero de casa, y un músico excelente. Lo de músico excelente muchas veces es un tópico, pero en este caso es rotundamente cierto. Le conozco desde hace mucho tiempo, un verdadero privilegio.


Conocí a Jordi cuando me fui a vivir a Las Matas (Madrid). Mi hermano y yo conectamos, entonces, con Abel, Rodrigo, Rubén y él. Los seis fuimos, durante años, miembros de migala. El tocaba el piano y también el bajo. De formación clásica, es un muy buen pianista, con mucho gusto. Gran aficionado a todo tipo de instrumentos, posee un rhodes y un órgano welson que suena de maravilla. Además tiene algunos bajos y otros instrumentos mas que curiosos.


Cuando nos íbamos de gira y encontrábamos un piano en la sala en la que actuábamos, a los dos minutos estaba tocándolo y dejándose llevar por notas jazz. Recuerdo dos momentos bastante especiales, uno en Tucson (Arizona) y otro en Portugal, con la gente asombrada mientras él estaba frente al piano.


Jordi es un gran fan del jazz. Durante un par de años, íbamos juntos a un pub ya desaparecido que se llamaba Apple (curioso, ahora toda la música que hago es con Mac). En él disfrutábamos de lo lindo escuchando jazz, hip hop y r'n'b. A menudo discutíamos por el valor del jazz. Yo, para picarle, siempre le decía que lo odiaba. Él caía en la trampa y me empezaba a hablar de los distintos avances del género. Todo esto mientras apurábamos nuestras bebidas y nos fijábamos en las chicas guapas que aparecían por el local, que siempre estaba a rebosar. En el fondo yo lo hacía para poder oírle hablando y compartiendo todo lo que sabía del jazz. Esto nunca se lo confesaré.


Cuando decidí llevar al directo los temas de Num9, enseguida pensé en él. Al conocerle bien, al saber todos sus defectos y virtudes en lo personal y lo musical, todo era más fácil. Tenía que tener en cuenta que tampoco dispone de mucho tiempo. Por entonces, él formaba parte de Fantasy Bar (de hecho, sin Rubén, Diego y sin él, su disco hubiese sido muy distinto). Además, su trabajo como ingeniero (no uno cualquiera, sino uno de esos que trabajan con fórmulas y números incomprensibles, de los que valen su peso en oro) también afectaba. Pero es único al entender mi idea de trabajar las frecuencias graves, los bajos, la rítmica de mis canciones. La decisión fue un acierto. Siempre me gusta tocar con gente que toque mucho mejor que yo. Y su técnica, sus ideas y su aportación se notan totalmente en "El baile".


Jordi es el bajista de Num9. Y yo estoy más que agradecido de que lo sea.


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